Cosas que aprendí en mis 20
La semana pasada cumplí 30. Nadie estaba más impresionado por este hito que el mío. No es que no planeara llegar aquí, pero 30 se siente tan mayor y no puedo entender cómo llegué aquí tan rápido.
Entonces, en honor a este hito, decidí compartir algunas de mis conclusiones de mis 20 años (Dios, me siento viejo con solo escribir eso). Esto no quiere decir de ninguna manera que lo tenga todo resuelto. Les aseguro que no, pero aquí hay algunas cosas que he aprendido, y todavía estoy aprendiendo, a lo largo del camino.
1. Nadie te dice esto, pero la elección es aterradora. Dé pequeños pasos y sepa que ninguna decisión es permanente.
2. Asegúrate de que las personas que amas lo sepan y sepan por qué. Se específico.
3. Tus 20 años son como un colador para tu círculo social. Es correcto. No, eso es bueno. Lo mejor sube a la superficie y ese concentrado tiene poder de permanencia, pero el líquido también es importante. Conoce la diferencia, aprecia ambos.
4. Dar saltos de fe. Está bien tropezar y caer, pero luego recorta tus pérdidas, aprende tus lecciones, vuelve a levantarte y sigue adelante.
5. Déjalo ir. No, pero de verdad, déjalo ir.
6. Aún así, la historia importa. Abrázalo.
7. Los primeros trabajos son puntos de partida. No te comprometes con toda la vida, solo un primer paso.
8. Nada vale la pena comprometer tu felicidad. La vida es demasiado corta.
9. Beba más agua.
10. Haz lo que amas. Sea bueno en lo que ama. Luego, busque formas de hacer una carrera con lo que ama.
11. Solo preséntate. Siempre importa, lo prometo.
12. El sueño es un bien finito y precioso. Saborealo. (Nota editorial: me esfuerzo por hacerlo mucho mejor en este en mis 30)
13. Cuando piense en alguien, dígaselo.
14. ¿Conoce ese instinto persistente que siente? Odio decírtelo, pero probablemente deberías escuchar.
15. Nadie sabe lo que está haciendo. Todos lo estamos improvisando. Casi todo el tiempo. Simplemente mejoramos en encubrirlo.
16. Todo el mundo preferiría estar en casa en pijama.
17. Debajo del zumbido de nuestro bullicio diario, dentro de los vasos de nuestros cuerpos hermosos, fuertes y capaces, se encuentra la esencia misma de nuestro ser: nuestros corazones. Corazones grandes, radiantes y abiertos. La gente es buena. La gente quiere ayudar. Y, sorprendentemente, tenemos el poder de hacerlo realmente. Ejercita ese poder. Todos nos levantamos juntos.
¿Entonces, qué piensas? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? ¿Algo que agregar?